Aprendiendo del Desastre

Thomas Alva Edison, es conocido hoy día como uno de los más grandes inventores de la historia reciente.

Quizás su invento más popular fue la bombilla de filamento incandescente, pero a lo largo de su vida patentó unos mil inventos e ideas más, enchufes, fusibles, un automóvil eléctrico, la primera central eléctrica del mundo, el desarrollo del hormigón armado, el telégrafo, el transmisor telefónico… Puso además buenos fundamentos para lo que hoy llamamos electrónica.


De pequeño fue expulsado del colegio por “mal estudiante” y fue educado por su madre. La lectura le encantaba, y de ahí sacó inspiración para iniciar años más tarde sus primeros experimentos. Durante unos años, estuvo intentando construir una batería que almacenara cargas eléctricas; pero sus esfuerzos inventivos fueron destrozando sus propias finanzas. En cierta ocasión, una combustión espontánea en su estudio lo llevó casi de cabeza a la ruina, y es que en unos minutos, todos los compuestos que tenía para sus inventos, todas esas sustancias inflamables, ardieron completamente.

Vinieron bomberos de varios pueblos circundantes para sofocar las intensas llamas, pero el penetrante calor producido por la combustión acelerada de tanto material químico, unido a la poca presión del agua de los que vinieron a apagar las llamas, hicieron inútil la extinción de las llamas que lo destruyeron absolutamente todo. Las perdidas que sufrió en aquel día fueron incalculables, y como por entonces los edificios de cemento se consideraban “a prueba de fuego”, su seguro apenas cubrió la décima parte de lo que allí ardió.

Tras el terrible suceso, Charles, hijo del inventor, buscó con inquietud a su padre temiendo que este se hubiera hundido en la más completa desesperación. Y tras su angustiosa búsqueda, lo encontró finalmente contemplando con serenidad el fuego: Su rostro resplandecía por las llamas, pero mientras reflexionaba.

A la mañana siguiente, Edison contemplo las ruinas y exclamó:

- Hay algo valioso con el desastre: Se quemaron todos nuestros errores. Gracias a Dios podemos comenzar de nuevo.

Unas semanas después del incendio, Edison se las ingenió para inventar lo que sería el precursor del cinematógrafo de los hermanos Lumiere: El Kinematógrafo.

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Aprender de los errores y rectificar, es de sabios.
No sucumbir ante los desastres, es de entendidos.
Aprovechar que cada día nos regala con su nueva luz, la esperanza y la oportunidad de comenzar de nuevo el resto de nuestras vidas, es de valientes.
Aprender a confiar en que Dios siempre tiene un propósito para todo lo que pasa… Eso no tiene precio.

10 comentarios:

Isa dijo...

¡Precioso! Mi querido Peregrino, por la tarde pensamos, una hermanita de la congregación a la que voy, y yo, visitar a un enfermito el cual fue operado de las vértebras cervicales. Probablemente tenga CA,los médicos dijeron que no va volver a caminar (de Dios es la última palabra) y además,cuando era inconverso, dió su firma para un dinero para una pariente, y hoy en día está a punto de perder su casa por esta causa. Así que esta historia ¡me encantó! además de que me gustó la versión del salmo 69 que puso mi querida Paty Fiorella y ya la copié a mano para leérsela.
El ánimo y nuestro amor, a más de algunas cosillas físicas para manutención, hacen que tú te sientas agradecido al Señor con contar con una nueva familia en Cristo. Y eso es lo que vamos a hacer hoy, demostrarles que Dios les ama y que como parte del cuerpo de Cristo, también les amamos. Gracias por tomarte tu tiempo para escribir ésto.
El Señor te continúe bendiciendo.También trajo bendición a mi vida.

David López-Cepero dijo...

Hola Isa, primero que nada, perdona la tardanza en responderte.

¿Sabes? Es maravilloso hacer cosas como las que haces, me recuerdas a la mujer de la tienda de la historia anterior (no es casualidad que se llamara "Isa", je, je) Porque ser imagen de Jesús aquí en la tierra no es fácil.

Como dices, la difícil situación de esta hermanita, requiere de gente que la anime y esté con ella, que le recuerden que es cierto, que la última palabra la tiene Dios, y también como vimos en esta historia, que la victoria no consiste en no tener dificultades, sino en levantarse después de cada tropiezo, aunque para levantarse, ahora mismo, necesite un milagro que en manos de Dios es posible. Dale un abrazo de mi parte a esta hermanita.

Saludos, amiga

David López-Cepero dijo...

Hola SoL LuNaR, gracias por pasar...

Anónimo dijo...

"Comenzar de nuevo"...Difícil pero necesario.

Dios te bendiga hermano

Anónimo dijo...

hola! que lindo blog!
ultimamente se me dio por leer algunas biografias y este fragmento en la vida de edison dice demasiado! gracias por compartirlo....

patricia



el blog de mi amigo: www.deestonosehablaa.blogspot.com

un abrazo

David López-Cepero dijo...

Así es Alí, todo un reto, pero creo que es un riesgo que vale la pena correr ¿No crees?

Saludos, y gracias por pasar por acá.

David López-Cepero dijo...

Hola Patricia, me alegro que te gustara.
Ya conocía esa página, de hecho soy seguidor desde hace unos días, y escribe cosas interesantes para reflexionar.

Saludos

Anónimo dijo...

Me gusta mucho tu blog, todas las semanas entro para leer lo que has puesto... podrias seguir escribiendo, por lo que veo no lo haces desde hace mucho... Que sigas con Fuerza y Valentia. Saludos

David López-Cepero dijo...

Hola "Anónimo". Gracias por tu ánimo. Es cierto, he estado desconectado una buena temporada, algo imprevisto, pero si Dios lo permite pretendo retomar este sitio pronto. Espero poder ser de ayuda.

Saludos

Sandy dijo...

Espero que tengas una excelente tarde, he visto tu pagina y me encantó muchisimo, estoy segura que figurará como la favorita de ahora en adelante. Deseo que el eterno te siga bendiciendo por que tú eres de bendición.

un abrazo fuerte en cristo.

Sandy

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