Cuando Jesús Cumplió los 7 Años

¿Qué pasaría si Jesucristo, con siete años de edad, hubiera venido el día de la Navidad del año 2008 a contemplar la tierra? Recuerda, esto es una fábula, porque Dios no es ni ingenuo ni tonto, pero ¿Qué hubiera pensado "este niñito" de sólo siete años al ver nuestro festejos?

Por cierto, saludos a todos en estos días que son tan entrañables para muchos. Os mando mis mejores deseos de paz, amor, y guía de Dios para vuestras vidas, que la verdadera Navidad, el Cristo nacido en Belén, nazca y viva para siempre en cada uno de vuestros corazones.

Os dejo ya con la historia que publiqué en mi otro blog, y que comienza con este niño Jesús, hablando en voz alta:

EL DÍA QUE JESÚS CUMPLIÓ 7 AÑOS... EN PLENO 2008

Hoy me asomé a la ventana, y estaba especialmente bonito el pueblo, todo lleno de balcones adornados con flores de Pascua, muérdagos, luces de colores... ¡Cuando yo nací no había estas cosas! Mi mamá me contó que aquel día olía mal allí; al menos los animales que producían el hedor nos rodeaban y le daban algo de calor al establo donde vi la luz de este mundo, recíen nacido en carne humana... Era una experiencia inexplicable para alguien como yo, acostumbrado a otro ambiente más... glorioso.

He descubierto un aparato muy entretenido al que llaman televisión, y es sorprendente, porque parece como si metieran gente pequeñita en una ventana, y contaran las cosas que pasan en el mundo. Gracias a ella, me he llevado una gran sorpresa, porque me he enterado que muchos celebran hoy mi cumpleaños ¿Quién lo iba a imaginar? Yo no lo pedí, pero creo que me quieren dar una fiesta sorpresa, porque veo a la gente muy atareada corriendo de un lado a otro para comprar regalos, preparar comidas suculentas, ponerse sus mejores trajes, pero ¡No voy a poder ir a todas las fiestas! ¿Por qué no celebran mi fiesta en esta casa, o en un lugar sorpresa? Un sitio está bien, pero tantos a la vez va a ser agotador...

Algo hay que no entiendo, se trata de un señor un poco obeso vestido de rojo. y blanca barba postiza. Me asusta un poco porque grita ¡Jo, jo, jooooo Feliz Navidad! Y encima dicen que viene en un trineo volador tirado por renos ¡Esos animales tienen que estar bien endemoniados para poder volar!

Bueno no sé quién es ese chapulín colorado, porque en este pueblo desde luego que no vive. Le da caramelos a los niños en las calles, y hay figuras suyas por todos lados ¿Será el encargado de prepararme la fiesta? Estoy deseando que llegue el momento, pero por si acaso, me quedaré en casa con mamá, para que la sorpresa sea auténtica.

Aún me pregunto dónde podré guardar la cantidad de regalos que me están comprando: Juguetes, perfumes, ropa... Cuando vinieron los magos fue más sencillo, porque eran cosas de gran valor que cabían en un lugar de la casa, pero esta vez no vamos a tener sitio para tanto... Y encima he visto que están escribiendo unas tarjetitas, como de felicitación, por cientos, por miles ¡Por millones! Apenas si sé leer... Voy a tardar años en leerlas todas, y si les tengo que responder no acabaré hasta que me crezca barba. Pero valdrá la pena, porque seguro que expresan lo bueno del corazón de cada persona hacia mí... Mejor me quedo un rato jugando con el caballito de madera que me acaba de regalar mi familia, y espero a que comience la fiesta; estoy entusiasmado, no podía imaginar que tanta gente se acordara de mí.

Pero pasaron las horas, y la espectativa de aquel Jesús niño se convertía con el paso del tiempo en extrañeza... ¿A qué hora le harían la fiesta? Y es que empezaba a anochecer, y esas horas no son ya para celebrar fiestas conmemorativas de nacimiento, no al menos para niños de solo siete años.

Sus padres sí sabían lo que pasaba, y pensaron que sería cruel ocultarle la verdad a su tierno hijo... Sus hermanitos eran más pequeños que él, y no entendían nada, pero Jesús estaba demasiado inquieto ese día tan especial. Por eso, María, encendió la TV en cierto canal y llamó a su primogénito, lo sentó sobre sus rodillas y lo abrazó tiernamente para que Jesús viera lo que estaba pasando.

Era un documental de cómo se celebraba la Navidad en diversas partes del mundo... La familias se unían y comían manjares especiales destinados a aquel día, y Emmanuel, como a veces le llamaban, descubrió que... Los regalos se los daban unos a otros, no eran para Él... Las tartas y pasteles no tenían 7 velitas que soplar... Ni las ropas, ni los perfumes, ni los bombones, ni las viandas eran para Él... ¡Ni siquiera los juguetes! ¡Esos eran para otros niños!

Entonces, con los ojos entornados, con lágrimas amargas resbalando por sus tiernas mejillas, Jesús abrazó a María mientras le preguntaba:

¿Por qué hacen eso, mamá? ¿No se dan cuenta del daño que me hacen? ¿Por qué celebran mi cumpleaños y me dejan fuera de sus fiestas? ¿No hay tiempo para mencionarme en sus conversaciones? ¿No hay ni un solo regalo para mí? ¿Dejarán un día como hoy a un niño sin juguetes? ¿Por qué se felicitan entre ellos y a mí me olvidad? ¡Pero si dicen que la fiesta es en mi honor y ni pronuncian mi nombre! ¿Por qué la llaman Navidad? ¿No podrían llamarla el dia de la familia, o el de "barbablanca", o el de las comilonas? ¿Le tuvieron que llamar "Mi Nacimiento"?

María lo abrazó más fuerte, José se acercó para acariciarlo, y entonces el niño, se hizo hombre de golpe por el impacto de la realidad que le aguardaba, de ese mundo lleno de indiferencia e incomprensión por parte de aquellos a los que tanto Él amaba. Fue allí, en ese momento, cuando comprendió que el barbudo usurpador de rojo le había quitado todo el protagonismo, y los regalos, y la fiesta, incluso la atención de todo el mundo, se los había llevado volando en el trineo poseído, y es que lo del color rojo fuego era muy sospechoso...

Jesús miró al cielo, y dijo en voz baja:

Padre, el trago de este cáliz va a ser más largo de lo que esperaba... ¿De verdad tengo que morir por aquellos que ni me conocen, ni me quieren, ni se acuerdan de mí, y que quizás nunca comprenderán mi sacrificio de amor puro?

Pero no hubo respuesta, Él la conocía... Había venido a este mundo para eso pero, sólo era un niño de siete años, así que además de hacer muchas preguntas, sólo sabía llorar, y apreciar el cariño de quien se lo supiera dar...

Ella era Especial

Ella fue tan especial para mí, que hasta podría decir que si no la hubiera conocido, mi vida no habría tenido sentido, fue mi primer amor, el más impactante... pero debo reconocer que el final de la historia fue una falsa ilusión....

¿Cómo la conocí? Ella es varios años mayor que yo; cuando llegué a este planeta ella era muy joven, inexperta quizás, vivía en mi casa porque mis padres así lo decidieron; no tenía donde vivir y ellos le ofrecieron nuestro hogar. Pensaron que aparte de ser una agradable compañía, seria una buena niñera, y no se equivocaron, algunas de mis primeras palabras me las enseñó ella.

Por las noches nos contaba historias fascinantes y toda mi familia estaba pendiente de cada cosa que decía. En algunas ocasiones la miraba a escondidas sin que se diera cuenta, en cierta forma, inconscientemente, yo deseaba ser como ella, influyó mucho en mi forma de ser, de hablar de vestir y hasta de pensar. Su belleza era misteriosa.

Con el paso del tiempo su forma de ser fue cambiando, hubo ocasiones en que mi mamá no permitía que terminara de contar sus historias. En casa nadie fumaba, pero ella lo hacía y nos invitaba a hacerlo, así como a probar diferentes marcas de vinos y cervezas. Yo nunca le hice caso, pero mi hermano, en ocasiones, si que siguió sus consejos.

Nos empezó a hablar de sexo de una forma morbosa y sucia, aunque no nos dábamos cuenta de sus verdaderas intenciones, y eso me entristecía. Me entristecía ver que mi papá sabía que nos estaba dando malos ejemplos pero no le llamaba la atención. Mi mamá se lo hacía ver pero él no hacía caso y hasta se enojaba.

A veces yo no entendía por que molestaba a mamá su presencia, pero era que ella estaba tomando demasiada confianza. Creía ser de la familia cuando no lo era. Mi mamá me pidió por mi propio bien que ya no tuviera tanto contacto con ella, pero en cambio mi papá se la pasaba hasta altas horas de la noche con ella, y en su habitación solo se escuchaban risas y diversión entre ellos mientras mamá se consumía de celos. Yo comenzaba a desear que se fuera de la casa aunque algo más me hacía desear su presencia.

Un día, después de hablar con mi mamá, hicimos un plan para que abandonara la casa. Mi papá al enterarse de ello se enojó, pero después de dialogar entre todos, se dio cuenta que fue lo mejor que pudo pasar. Extrañábamos sus historias, pero ahora podíamos hablar entre nosotros.

Al marcharse de casa no supe a dónde se dirigió exactamente. Sé que mucha gente la ve con frecuencia, y eso me llena de miedo. Ella, llama la atención allá donde esté y es tan seductora que fácilmente te la llevas contigo. Su belleza logra todo lo que se propone...

Ten mucho cuidado con ella porque estoy seguro que ya la has visto en tu propia casa ¿Cómo se llama? Su nombre es simplemente este: Televisión.

Autor: Paco Palafox

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